miércoles, junio 21, 2006

MIGUEL GARNETT JOHNSON

MIGUEL GARNETT JOHNSON. Nació el 28 de Octubre de 1935 en Londres Inglaterra, estudió en Oxford y la Gregoriana en Roma. Ordenado Sacerdote Diocesano en 1965.
Llegó al Perú en 1967 para trabajar en san Martín de Porras – Lima. Nacionalizado peruano en 1974.

Trabaja en la diócesis de Cajamarca desde 1972, con la excepción de los años 1996 – 97 cuando estaba en la Prelatura de Huamachuco.

Autor de:
Novelas: RONDO, ganador del Premio “Amalia Puga de Lozada” por ser la novela más leída en Cajamarca
CATEQUIL
CAÑADAS OSCURAS
TIEMPOS VAN... TIEMPOS VIENEN...
DON JASHO
LOADO SEA MI SEÑOR (Meditaciones para rezar el Santo rosario)

Series Radiofónicas:
WILLAQ ORQO (El Cerro Cuentero),
ENCUENTROS DE SAMGRE (hostoria de la llegada de los españoles a Cajamarca), ambas ganadoras del premio Kukulí de Oro.
Guiones Teatrales:
LA PASIÓN DE HOY
EL SEÑOR DE LA CAÍDA
ASESINATO EN LA CATEDRAL (adaptación de la obra de T.
S. Eliot)
EL JUICIO A SÓCRATES
EL EQUÍVOCO
NAVIDAD PERUANA

Series audiovisuales:
MARTÍN LUTERO
VIDA DE JUAN PABLO II
EN BÚSQUEDA DE LA VERDAD
HISTORIA DE LA IGLESIA desde sus orígenes hasta 1492

Guiones de Video y dirección de la Serie:
EN BÚSQUEDA DE LA SABIDURÍA: ( histopria de la filosofía occidental) des Thales de Mileto hasta nuestros días
SIGNOS DE ESPERANZA ( los 7 sacramentos de la Iglesia)
Poemarios:
HUELLAS ANDINAS
ASTILLAS POSTMODERNAS

Aficionado A la Pintura, es paisajista

Practica las artes marciales y tiene cinturón negro, tercer dan, en el estilo Shorin Ryu, Shidokan, Escuela Myazato.

Reside en Cajamarca donde continúa con su labor pastoral, su quehacer literario y artístico

DE HUELLAS ANDINAS

Descanse usted
Noche oscura,
terciopelo negro,
estrellado;
humo,
con perfume de eucalipto,
aprisionado
entre las tejas de la choza.
Calor de hogar,
candela en la cocina,
mote y papas,
y los chistes
que, como leña seca,
chisporrotean.
El aire entra frío
por las rendijas de la puerta
y el candil sólo ofrece
una luz de lo más tenue,
pero el huashpay va circulando
y la voz del dueño de la choza
insiste amablemente:
-Descanse usted, no más,
descanse...





CUMBEMAYO


Recto,
flecha lanzada en la roca viva,
el canal trae su misteriosa agua
detrás de la cordillera.
Los ángulos precisos,
los petroglifos
y un altar
son restos que intrigan,
y todo es silencio profundo.
Sólo el viento,
jinete
que corre bajo la bóveda del intenso azul,
apenas salpicada
pro el blanco de las nubes,
hace cantar a los “frailones”:
grandes órganos rocosos,
o majestuosas fortalezas,
que guardan los secretos del pasado.
No es lugar para el turista fácil
traído por un auto
y una simple hora de paseo
con unas cuantas fotos.
Esta tierra tienes que abrazarla,
con ella compenetrarte,
emborracharte
bebiendo de su viento.
¡Es lugar santo!

EL CARNAVAL

Es tiempo del rey Momo
y, por sus ordenanzas,
hay alegría
y euforia desbordantes,
en globos de agua derrochados,
serpentinas,
unshas
licor,
acompañados por las comparsas
y las coplas
groseras,
divertidas,
sabias,
y populares.
En la corte momiana
cada fantasía se hace realidad:
figuras
de tres metros de estatura,
en capas rojas
y en sombreros conicales,
bailan,
los ojos centellan colorados
y no se saben si son hombres
o mujeres.
Otros motivos,
extraños y grotescos,
alucinantes,
brincan, saltan
y hacen piruetas:
una gran gallina
se divierte con un zorro,
las brujas vuelan sobre sus escobas,
y nos lanzan alegremente
los diablos atrincherados
hacia su cielo infernal.
Al paso de los carros alegóricos
la selva,
los planetas,
las reinas
y el palacio de Versalles
se entremezclan;
cohetes ametrallan nuestras calles
y seis bandas tocan a la vez.
El mundo está enteramente de cabeza
y es lícito
lo normalmente prohibido
son días de absoluta libertad
y de gozar
sin miedo a las leyes
y las normas
de cualquier autoridad.

En mi puerta hay un foco solitario
que anuncia
que ha fallecido mi hermano,
joven todavía,
en la flor de la edad.
Fue oficial de infantería,
emboscado cerca de Tocache,
y nuestra casa ahora se encuentra
abrumadamente enlutada.
Las lágrimas chorrean en vez de agua
el negro reemplaza el derroche de los colores
y nuestras caras grotescas
se han hecho
por el dolor de nuestros corazones,
unas verdaderas máscaras
de carnaval.

2 comentarios:

Nicolás dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nicolás dijo...

Ha sido un verdadero placer descubrir la poesía de Miguel Garnett. Cada poema en esta página, al igual que en la obra Astillas post modernas, produce un ajedrez en la mente. Salen los Recuerdos, responden los Sentimientos, atacan las Falsedades, jaquean las Verdades. Risa y llanto, ilusión y lamento nos aceleran y frenan. Son pócimas de nostalgia y serenidad, de introspección y contemplación.

Gracias, Padre, por su obra. Atentamente, Nicolás Puga Dundon